AGRICULTURA Y DESARROLLO SOSTENIBLE

Mediante el uso de fertilizantes, herbicidas, plaguicidas y fungicidas en la agricultura se ha aumentado increíblemente la eficacia en la producción de alimentos. Estos modernos métodos de producción han reducido costes y han aumentado la variedad de alimentos disponibles. No obstante sus consecuencias sobre el medio ambiente han sido en ocasiones nefastas, ya que algunas de las técnicas de la agricultura industrializada ponen en peligro la propia supervivencia de la agricultura. El aporte de nitrógeno soluble con los abonos químicos, además de contaminar alimentos y medio ambiente, hace a las plantas más sensibles a numerosas plagas. El abandono de la materia orgánica como fertilizante, al ser sustituida por los abonos químicos, conduce a un progresivo deterioro de la estructura del suelo y de su comportamiento físico-químico. El resultado es una pérdida de fertilidad y un mayor riesgo de erosión del suelo.
No hay duda de que para que una sociedad se desarrolle de manera sostenible la agricultura debe poder asegurar su propia supervivencia, garantizando que la tierra sea capaz de recuperarse y de producir alimentos suficientes en cantidad y calidad. Y no olvidemos que una actividad primaria como la agricultura genera riqueza ligada al territorio y a sus gentes, con lo que tiene esto de elemento cohesionador de la sociedad.
Algunos de los problemas de la agricultura relacionados con la sostenibilidad son los siguientes:
- Agricultura y erosión
Al aumento de la erosión se suma la facilidad de eliminar la flora espontanea con los herbicidas. Un suelo desnudo es un suelo frágil, en el que la lluvia y el viento arrancarán sus partículas para arrastrarlas hasta los ríos. La erosión incide sobre las capas más superficiales del suelo, precisamente las más ricas y productivas. - Contaminación por nitrato
Los abonos químicos empleados por la agricultura convencional son la principal causa de contaminación de las aguas dulces. El nitrógeno es uno de los principales contaminantes de las aguas subterráneas. Las plantas aprovechan únicamente el 50 % del nitrógeno aportado en el abonado, esto supone que el exceso de nitrógeno se pierde generalmente, lavado del suelo por el agua que se filtra al subsuelo, siendo arrastrado hacia los acuíferos, ríos y embalses, contaminando, por tanto, las aguas destinadas a consumo humano. De hecho, se señala que el principal factor responsable de la contaminación de las aguas subterráneas por nitratos es la agricultura. - Eutrofización
Otros abonos son también fuente de contaminación, especialmente los fosfatos. La eutrofización o muerte biológica de lagos y pantanos es debida en parte a la actividad agraria, en concreto a los abonos aportados a los cultivos y a los residuos originados por la ganadería. - Productos químicos y sus consecuencias
Los plaguicidas contaminan el agua, el suelo y los alimentos, pasando a todos los seres vivos, incluidas las personas. Sus efectos sobre la fauna silvestre son muy variados y ponen en peligro la pervivencia de numerosas especies. El elevado consumo de energía en la fabricación y aplicación de abonos y plaguicidas químicos son otra fuente de contaminación y agotan los recursos naturales.
- El impacto de la agricultura en el empleo rural y los niveles de ingresos;
- La posible desigualdad entre las existencias de alimentos en el mundo y las necesidades nutricionales humanas;
- Las consecuencias de las tecnologías agrícolas y alimenticias modernas en el bienestar de los seres humanos y los animales;
- Los efectos del sistema de producción en la sostenibilidad
del medio ambiente en el mundo
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